Consumir leche no es bueno para la salud

La mayoría de personas cree que tomar leche es nutritivo, pero en verdad su ingesta elevada se asocia a muchas enfermedades.
Lejos de lo que nos han hecho creer, la leche no es un alimento de primera necesidad para adultos que buscan fortalecer su esqueleto y prevenir la osteoporosis. En efecto, es considerada uno de los alimentos más alergénicos; su consumo está relacionado con diversos problemas de salud. Esto se debe a la forma en la que es procesada y a su composición química.

¿Por qué debe tener cuidado con los lácteos?

Uno de los componentes de la leche es el calcio; éste, lejos de ser absorbido por el organismo y proteger a los huesos, se pierde gracias a otros componentes y procesos. La leche es una proteína animal que acidifica el PH corporal, y el organismo busca neutralizarlo; para ello dispone de las mayores reservas de calcio, los huesos, y se elimina a través de la orina.
Por otra parte, la leche posee lactosa, un tipo de azúcar que nuestro cuerpo no está preparado para asimilar de forma natural y que puede ser el causante de gases, inflamación, diarrea y otros problemas digestivos. Este químico aumenta la producción de mucosidad que obtura el sistema respiratorio, lo que causa alergias, fiebre de heno, infecciones de oído, sinusitis, goteo nasal y asma.
La leche procesada puede contener hormonas de crecimiento y antibióticos que han sido administrados a las vacas para aumentar su producción. Su impacto en la salud humana aún no se conoce, pero se sabe que están relacionados al cáncer y la diabetes. Los lácteoscompletos también son ricos en azúcares y grasas que pueden hacerle aumentar su colesterol y su peso.

¿Qué hacer?

Los seres humanos somos la única especie que prolonga su ingesta de leche durante toda su vida, cuando esto no debería ser así. Si bien los adultos mayores de 30 años necesitan al menos 800 mg de calcio al día, éste puede obtenerse de otras fuentes más seguras y que el cuerpo procesa de forma más eficiente. Algunas alternativas saludables son:
- Consumir muchos vegetales: col rizada, brócoli, hortalizas de hojas verdes y jugo de naranja enriquecido.
- Legumbres: todos los granos son una fuente de calcio.
- Si consume leche regularmente, puede sustituirla por leche de almendras o de soja.
- El yogur y la crema agria son un poco más seguros, pues son menos ácidos. Consúmalos con moderación.
- Si no desea eliminar completamente los lácteos de su dieta, prefiera aquellos desnatados o bajos en grasas.
FUENTES: laopinion.com
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